Dedalus and Arianna

Fui miembro del Comité Europeo desde sus Inicios año  hasta el 2014. A lo largo de todos  estos años, con nuestro trabajo hemos conseguido cambios significativos en el seno de la empresa.

Podría decir que los dos o tres primeros años nuestra labor en las reuniones anuales del CEE, era  oír los diferentes  informes que presentaba la empresa. Tuvo que pasar un tiempo de adquisición de conocimiento y de asentamiento  de todos los miembros que allí asistíamos para empezar a tomar iniciativas.

Los miembros de los países principales por el número de trabajadores siempre estuvimos representados en el comité restringido, fue desde este órgano que empezamos a exigir a la dirección  más información y más participación de las decisiones que tomaba la empresa cuando estas decisiones,  afectaban a uno o a varios centros comunitarios.

Todos los que pertenecíamos al comité restringido estábamos convencidos que si actuábamos colegiadamente nuestras actuaciones tendrías más fuerza y más repercusión.

Conseguimos que se dotara de presupuesto al CEU para que pudiera realizar sus competencias.

Los miembros del CEU podrían visitar los centros donde hubiera dificultades, apoyando a los trabajadores, y minimizando las medidas que intentaba imponer la empresa.

Se creó  un “comité de comunicación”, (dos reuniones anuales) para que elaborara toda la propaganda  de difusión relativa al CEU.

En el ámbito de la comunicación, editamos una revista que hacíamos llegar a todos los países representados para visualizar y informar de nuestro trabajo. Esta revista se publicaba en varios idiomas. También conseguimos una intranet para el CEE traducida a varios idiomas.

Desde el CEE trabajamos para que las inversiones que la dirección de la empresa planteaba fueran destinadas con equidad a las diferentes plantas.

El CEE se convirtió en un elemento de presión para la Multinacional.

En los momentos álgidos de la crisis, cuando se produjeron salidas masivas de trabajadores, negociamos que las indemnizaciones serían siempre superiores a las establecidas legalmente en cada país afectado. Desde el CEE se velaba también para que lo acordado se respetara en todos los centros de todos los países.

Desde el momento en que tuvimos canal directo de comunicación con la dirección general de la multinacional, se acabaron muchas de las excusas que daban los directores locales para no llevar a cabo mejoras en los derechos de los trabajadores.