Dedalus and Arianna

Desde la perspectiva de los miembros del consejo la multinacional deberá comprometerse a la realización entera de las medidas acordadas en cada uno de los centros de trabajo. Pero esto no significa que los sindicatos deban retroceder. Deberán realizar su trabajo aplicando los procedimientos necesarios.

No se trata de firmar un buen convenio. El verdadero éxito de negociaciones consiste en la inclusión de nuevas reglas a la realidad diaria de las personas a que se apliquen. Las reglas funcionan cuando adapten la forma de proyectos, expectativas, lo cotidiano. En otro caso, como decimos, quedan en letra muerta.

Hace varios meses el CEE de Suez junto con la EPSU (Federación Europea de Sindicatos de los Servicios Públicos) e Industriall firmaron con la compañía un convenio de igualdad de oportunidades. El documento se refiere a las desigualdades presentes en distintos centros del Grupo y ya está preparado para su implementación. La situación en los centros se monitoreará. También se emprenderán medidas orientadas a superar desigualdades a medio plazo.

“Ahora empieza la parte difícil de la tarea. ¿Quién informará sobre el convenio? ¿Divulgaremos esta información a los centros de trabajo donde no hay representante alguno?”, reflexiona Antonio Zagari.

Desde la perspectiva de los miembros del consejo la multinacional deberá comprometerse a la realización entera de las medidas acordadas en cada uno de los centros de trabajo. Pero esto no significa que los sindicatos deban retroceder. Los sindicatos deberán realizar sus tareas aplicando procedimientos correspondientes.

“Convocaremos una reunión invitando a los representantes de todos los países del CEE para que presenten un informe de igualdad de oportunidades en los centros de trabajo en Suez. Debemos fijar los plazos, escoger y quizá también formar a nuestros representantes. Asimismo se deberán determinar programas detallados, actitudes diversas”, continúa Zagari.

Sus referencias al activismo tienen sus raíces en la esperanza de que un CEE bien organizado pueda dar comienzo a un movimiento sindical de escala mayor que actualmente. En este sentido la aplicación de las reglas de los convenios, es decir, los frutos de los éxitos del comité, tiene la importancia fundamental, en particular, desde la perspectiva internacional y europea.

Los obstáculos, como subraya Zagari, derivan de una convención errada de que nosotros mismos hagamos frente a todo.

“Mirando mi propia experiencia en el CEE, desgraciadamente, tengo que admitir que los intereses locales prevalecen sobre el interés general. La falta de la sensación de comunidad puede resultar un factor más nocivo que las estrategias erradas. No podemos limitarnos a lo que los CEE puedan ofrecer hoy. Debemos pensar en su potencial, en la posibilidad de llevar a cabo negociaciones colectivas a nivel supranacional”.

Estoy pensando aquí en las reformas de derecho laboral iniciadas en diferentes países de la Unión Europea. “Las afrontamos, luchamos por ellas, las experimentamos en los contextos nacionales sin darnos cuenta de que son elementos de un rompecabezas más complicado”.

Por eso, las oportunidades de encuentros que permitan crear una red de contactos son tan importantes. Zagari habla muy bien del encuentro que tuvo lugar en enero del año pasado en la sede de Cigl para la región de Lombardia, organizado por la Oficina de Política Internacional, en que participaron los miembros de distintos CEE. Cada uno presentó sus propias experiencias. Hablamos sobre los planes para el futuro mostrando nuestras propuestas. “Tengo buenos recuerdos de aquel encuentro. Opino que las oportunidades semejantes deben organizarse de manera estructural para que tales reuniones se conviertan en un punto fijo del calendario. Creo que las cuestiones a las que se dedican los CEE y sus asuntos deben presentarse en un foro más amplio para que puedan construir experiencias para toda la federación”.