Dedalus and Arianna

Fausto Durante fue coordinador europeo de algunos Comités de Empresa. Cada experiencia tuvo un sabor diferente. Por un lado, vimos el directivo que consideraba justo dialogar con el Comité, y por otro el que lo hacía porque estaba obligado por la directiva y te hacía sentir amargado y frustrado.

¿Cuál es el elemento distintivo en la relación entre la dirección de la empresa y el comité?

La motivación. Es imprescindible que tanto la empresa como los representantes de los comités confíen en el rol del comité. Cuando hay preparación y conciencia, información y consulta sirven para dar una idea clara sobre las perspectivas que la multinacional debe tener en cuenta, y sobre la contribución que pueden aportar los trabajadores.

¿Con qué finalidad?

Hoy en día el comité de empresa juega principalmente un papel de representación y coordinación. Puede alcanzar acuerdos sobre temas importantes de carácter general, sin consecuencias inmediatas en la negociación. Cgil lleva ya años considerando la posibilidad de que los comités de empresa europeos, u otros organismos de representación transnacional, tengan poder de negociación.

¿Por dónde empezar?

Por temas trasversales, como el horario, la organización del trabajo, el flujo de producción. Hoy en día las multinacionales pasan por un continuo proceso de reestructuración. Por lo cual, tenemos que identificar un organismo que juegue un papel activo en una negociación a nivel europeo. Un organismo elegido por los trabajadores siguiendo las indicaciones de los sindicatos. Si este organismo fuera el comité de empresa, deberíamos replantearnos su composición, modificando la directiva. Habría que pensar en un nuevo modelo de relaciones entre comités, organizaciones sindicales y trabajadores, para resolver algunos puntos críticos. De hecho, no siempre existe una comunicación eficaz entre el nivel nacional y el nivel internacional. A veces lo miembros del comité de empresa actúan sin involucrar al sindicato. Y efectivamente los dos organismos no tienen ningún vínculo. Para poder negociar, lo que se necesita es uniformidad, claridad y democracia.

¿La acción de los comités de empresa puede influir en la negociación de segundo nivel?

Si el comité funciona bien y si a los delegados se les da la oportunidad de divulgar la información recibida y de reunirse con los trabajadores de todas las plantas de producción, el impacto en la negociación territorial solo puede ser positivo. Conocer con antelación las decisiones de la empresa puede incentivar la acción sindical. Ajustar la propia estrategia a un contexto que cambia supone también no empecinarse en mantener posiciones defensivas y conflictivas. En un escenario parecido sería más natural considerar el punto de vista de los trabajadores como parte del proceso de definición de la política empresarial, tanto en el caso de multinacionales como de cualquier empresa. No es de extrañar que en el documento conjunto firmado por Cgil, Cisl y Uil el pasado 14 de enero, sobre el sistema de las relaciones industriales, se haya querido destacar el punto sobre los mecanismos de participación. Un comité de empresa que funciona bien es un ejemplo de buenas prácticas y por tanto se puede tomar como referencia. Tenemos por delante un mundo variado y un terreno interminable de conquistas.